Cuando te vuelves mochilero los placeres de tu día a día son llevar la vida que llevas, y no cualquier cosa que podamos comprar, por lo que cuando reservamos una habitación con desayuno incluido y este es increíblemente increíble, es lo más parecido a que nos toque la lotería.
Hasta el momento los mejores desayunos que hemos tenido han sido en Sri Lanka, donde teníamos omelette, fruta, tostadas, café o té, dulces típicos de allí. Vamos, un buffet privado prácticamente, y esto, cómo no, es un auténtico placer mochilero.